je suis le vent

Un ámbito de hojas muertas,
un anillo de agua inmóvil,
un residuo que
se adhiere a la piel como el napalm;
una voluntad fija, conocerse a uno
extinto, inacabado, duro,
incompetente para el olvido,
desafinado entre tanto pájaro vivo.
Un ritual,
un incendio.
Una palabra –líquida–
un glo glo de fonemas, algo inmóvil.
La expresión alucinada,
el limbo amarillento del sicómoro.
Un canuto en los jardines arrasados
por la nieve y el viento,
y muy adentro los glóbulos erráticos
y afuera las perspectivas articuladas,
el culo de un vaso en las tertulias,
el cableado eléctrico que surca
los charcos, la fuga de espectros
en los escaparates y un cuerpo
recorriendo el vaporoso lapso
de espacio que separa
un cuerpo de otro cuerpo.
Labels: movimientos:perpetuos
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